PENTÁGONO

Sonia Quispe Herrera
Sin trabajo no se construye nada...

Son 128 años desde que se grabó en la historia, el reclamo ante la explotación a los trabajadores.

Protagonizada por 80.000 trabajadores la presión fue tal que llego a ser una huelga masiva la misma pedía 8 horas de trabajo y remuneración justa. Hoy este reclamo tiene como resultado la conmemoración cada primero de mayo como Día Internacional del Trabajo.

A pesar de todo lo expuesto gran parte de la población en Bolivia entre ellos niños continúan trabajando más horas por un salario menor al mínimo nacional que actualmente alcanza a 1440 Bs. La dura realidad según datos del Banco Mundial de cada 10 personas solo 4 cuentan con un trabajo sólido. A esto se suman medidas como el segundo aguinaldo denominado “Esfuerzo por Bolivia” que han orillado al empleador a contratar personal eventual, para liberarse de los beneficios sociales que le corresponden al trabajador.
En declaraciones a la prensa el ministro de Economía, Luis Arce, confirmó que este año también se pagará el doble aguinaldo pues el crecimiento económico  del país este 2014 alcanzará un 5,8%.
Tras toda esta maravilla; promesas y medidas con afanes políticos, está un grave cáncer que sostiene este limbo en el que vivimos este cáncer es, la subvención a los productos de primera necesidad. Que se incrementan cada día. Una gran mayoría de la población se dedica al comercio informal, comercializando productos en la calle o constituyendo un trabajo familiar, el ejemplo, choferes que trabajan acompañados de sus esposas para no tener que contratar un ayudante externo.

En el peor de los casos dedicarse al contrabando constituyendo un grave problema que hasta ahora no se puede enfrentar, lamentablemente vivimos una realidad paralela donde por un lado el gobierno presenta datos alentadores a la sociedad, pero que no se traducen en el diario vivir, se han creado fuentes de trabajo momentáneas. Acceder a un trabajo puede ser medianamente alcanzable mas no se sabe por cuánto tiempo, existe la duda del ingreso a un espacio laboral seguro. Unos pocos son beneficiados con los aumentos salariales aquellos que poseen una fuente de trabajo seguro, la otra parte genera recursos al día.

A pesar de todo este panorama, la esperanza del trabajador, un mejor mañana, un sostén económico, que ayude a mejorar el futuro de sus hijos, hablo en particular del trabajador que no goza de ese doble aguinaldo, ni posiblemente de ese 20% o 10% anunciado, hablo de aquel que busca cada día subsistir no solo por el mismo sino por su familia, ese que ahorra cada moneda y atesora los recursos en su hogar, ese que con “trabajo” construye su día a día porque sin trabajo no se construye nada.

17:22 Hrs

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