IDEAS DE RAIZ

Vania Colque
La degradación de la mujer de Pollera

A través de la historia, la mujer de pollera preserva en su vestimenta el intercambio cultural que surgió desde la época de la colonia. A pesar de la discriminación que aún persiste, ellas contribuyen a la sociedad como profesionales, empresarias y otros.


Para ellas vestir sus polleras, forma parte de su orgullo y su identidad. Las mujeres de pollera surgieron del choque cultural provocado por la conquista española, quienes impusieron la adopción del traje que surgió después de la revuelta indígena de 1781. Luego se dio una adopción voluntaria a la que le añadió su creatividad e imaginación femenina.


Por mucho tiempo, la mujer de pollera fue relegada a desempeñar trabajos como de  niñeras, empleadas domésticas, cocineras o comerciantes de mercado; oficios considerados como exclusivos para estas mujeres que llegaron a la ciudad desde las áreas rurales.Sin embargo, ahora, las mujeres de pollera asumen nuevos roles en ámbitos que les habían sido prohibidos, como la política, la economía, el periodismo, el derecho e incluso los deportes.

Tras todo este progreso, existen personas que están degradando a la mujer de pollera de hoy en día, usando o vistiendo la ropa que les caracteriza a ellas. Estas mujeres usan esta vestimenta para fiestas, prestes, modelajes e incluso “damas de pollera”. Al momento de vestir o usar estas prendas, no lo realizan de manera adecuada o natural; siempre lo hacen olvidando ciertos rasgos o exagerándolos. Mostrando, a una mujer distinta de lo que fue en un principio.

“El orgullo indígena llegó también a los centros del placer sexual del trópico de Cochabamba. Aquí, las reinas de la noche no son rubias ni flacas de minifaldas y escotes que caminan con tacones de aguja.  Las que reciben las mejores ofertas para un trabajo de alcoba son las damas de pollera, las cholitas de trenzas largas y de sandalias de charol; las que, por la creciente demanda de clientes nacionales y extranjeros, dominan el mercado de la prostitución que se consume en los puticlub de carretera. La situación ha llegado a tal punto que hay muchachas de Santa Cruz y de otros lugares del interior del país, que alquilan polleras para convertirse en cholitas y así formar parte de la nueva onda.” (Publicado en Séptimo Día Fuente: El Deber/Santa Cruz de la Sierra, 21/07/2013)

Éstas mujeres, al realizar éstos comportamientos están atentando contra la dignidad de las mujeres de polleras, quienes con tanto esfuerzo superaron muchos obstáculos para ocupar ciertos cargos que antes les eran inalcanzables.

A tal punto llegó la degradación de la mujer de pollera, que no nos sorprenderá ver muchas otras cosas más...similares o de mayor magnitud. (Sasha Quispe Chura).

17:56 Hrs.

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